Al fondo del paseo de los Tristes, a los pies de la
majestuosa Alhambra, donde el río Darro y la cuesta del Chapiz zanjan el
descenso al Albayzín, se encuentra esta casa de finales del siglo XV.
Rehabilitada con paciencia infinita por el arquitecto Carlos Sánchez y su
esposa María Jesús, la simplicidad de su fachada contrasta con sus interiores,
una joya morisca repleta de arcos de yeso, paños de azulejos moriscos
originales y techos de madera policromada engalanados con caligrafía
árabe.
El edificio con tres alturas y patio con alberquilla
morisca, tiene crujías en tres de sus lados y galerías en los cuatro, sobre
pilastras y columnas. La crujía más antigua conserva: arcos de yeso, paños de
azulejos moriscos, alfarjes y una armadura policromada con decoración
epigráfica en su arrocabe. Las crujías de fachada y escalera fueron renovadas
en el siglo XVII. El sótano abovedado de fábrica de ladrillo se ha recuperado
como comedor.
En la sala baja apareció una “almatraya” morisca muy dañada, pero al desmontarla se encontraron estos restos de azulejos más antiguos, que se han recuperado, integrando los restos originales en los reproducidos.

El edificio había perdido el torreón a finales del
s.XIX, modificandose la composición de huecos. Se reconstruye el torreón y se
limpia la fachada, descubriendo las jambas primitivas de la puerta.
Se habían cegado las
galerías incorporandolas a las viviendas, como corredores, baños o cocinas.
Patio este
Se han liberado las
galerías, recuperando las balaustradas, los pies derechos y las zapatas. Al
suprimir los cerramientos se ha podido eliminar la columna con suplementos que
se había colocado en las obras de transformación de finales del s.XIX.
Patio oeste
La crujía oeste
había sufrido una importante transformación cerrando la galería alta y
convirtiendo su cubierta de teja en terraza, se observan restos del alero y el
arco de la sala alta. A la fachada de la sala baja se la había añadido un
zócalo de azulejos y completado las yeserías.
Se ha abierto la
galería alta recuperando su aspecto primitivo, con cubierta de teja árabe y
alero. Se ha eliminado el zócalo y las yeserías añadidas a la portada
principal. Se ha reconstruido la alberca que apareció en las excavaciones
arqueológicas y que conserva parte de su pavimento original.
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Patio Oeste Actual |
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Patio Oeste |
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