domingo, 10 de junio de 2012

Casa Del Capitel Nazarí


 En la calle cuesta aceituneros numero 6, el hotel se creó rehabilitando un antiguo palacete construido en el 1503, probablemente construido sobre un palacio nazarí, situado dentro del pintoresco barrio del Albaicín, frente a la Alhambra de Granada y lo más importante, en plena zona Patrimonio de la Humanidad denominada por la Unesco.


Se trata de un palacete adintelado con columnas toscanas, capiteles corintios, vigas cromadas árabes, artesonado renacentista y dos columnas romanas. Destaca, sobre todo el conjunto artístico, un exquisito capitel narazí tallado en alabastro, lo que lo convierte en una pieza única en el mundo.












Sobre las columnas se apoyan vigas de madera originales del siglo XVI que sustentan las plantas 

primera y segunda. 

Desde el luminoso patio principal se accede a todas las dependencias.

La rehabilitación de este hotel se ha llevado a cabo cuidando con mimo los materiales originales para conservar el ambiente original del S. XVI.











jueves, 7 de junio de 2012

Cobertizo de Santa Ines


La case árabe del Cobertizo de Santa Inés se ubica en uno de los escasos adarves (callejones sin salida de uso privativo) conservados en Granada. Su fachada principal vuelca hacia este adarve mientras la que da a la carrera del Darro era en época hispanomusulmana la trasera de la vivienda ya que en esta época la carrera del Darro no existía como tal sino que se trataba de las traseras de las edificaciones que daban al río. Sería a principios del siglo XVII cuando se produce la configuración urbana de la carrera del Darro tal y como hoy la conocemos. 



La vivienda fue construida en el siglo XIV y hoy día es uno de los mas bellos prototipos de la arquitectura doméstica nazarí.



Plantas
En su origen la vivienda debió tener una sola planta. Pero en el siglo XV sufrió una radical tranformación, añadiendose una segunda planta a las crujías del lado norte.


En el patio se dispone una alberca rectangular y una fuente octogonal de época cristiana colocada bajo el vano central del pórtico. 



La crujía meridional, sin pórtico, está formada por un cenador o sala estival, abierta al patio mediante cinco arcos entre pilares, rectangulares los centrales y cuadrados los extremos. Como afirma Orihuela Uzal, este tipo de sala abierta por múltiples vanos, sin puertas, es única entre la arquitectura doméstica nazarí conservada, guardando algún paralelismo con ejemplares palatinos: las salas de Mocárabes y de los Reyes del Cuarto de los Leones en la Alhambra. 





Las reformas del siglo XV, debido a la densificación urbana de la zona o a un uso más intensivo de la casa, afectaron radicalmente a todo el conjunto de la vivienda. 

Las reformas posteriores de la casa datan posiblemente, de los primeros años del siglo XVII, cuando se remodeló y abrió modernamente la Carrera Del Darro. También se hizo un aljibe en el extremo más oriental de la crujía externa norte. 
Pero las transformaciones más importantes se produjeron a principios del siglo XX las cuales produjeron la mutilación parcial de la casa. 

Con la última restauración realizada entre 1983 y 1987 se ha recuperado un importante ejemplo de arquitectura doméstica nazarí. 



Esta vivienda ejemplo de la arquitectura doméstica no es visitable ya que se trata de una edificación de uso residencial cuyos moradores han sabido compaginar la conservación de la tipología propia de la casa árabe con las necesidades actuales de una vivienda residencial. Además posee el valor añadido de mantener el uso para la que fue concebida.

Aunque no se pueda acceder a su interior se recomienda pasear por la Carrera del Darro y adentrarse en la Cuesta de Santa Inés a la altura del primer puente (Puente Cabrera) en el callejón del Cobertizo de Santa Inés y apreciar la primitiva fachada de la casa así como el famoso cobertizo que da nombre a la calle. 




Palacio de Santa Inés


Tras la conquista de la ciudad, se levantaron en esta zona denominada Barrio Nazarí de los Axares, numerosos palacios para los nobles de la Corte, así como numerosos Conventos de diversas Ordenes Religiosas. Uno de esos palacios, colindante al de los Condes de Agreda, es el de Santa Inés.
Este encantador y pequeño hotel, fue construido en el siglo XVI y servía antiguamente como palacio mudéjar, y ha sido convertido, en un hotel. Está formado por dos pequeños edificios mudéjares. 

Al cruzar el pequeño zaguán de entrada, el viajero quedará fascinado por la belleza interior del Patio de los frescos con su fuente, sus columnas, sus balaustradas, sus alicatados y, sobre todo, con los frescos renacentistas atribuidos a Alejandro Mayner y Giulio Romano, discípulos de Rafael, que vinieron a Granada en 1520 a pintarel Peinador de la Reina de la Alhambra y... el Palacio de Santa Inés.

El Palacio de Santa Inés, o Casa del Padre Eterno, es una de las casas del quinientos destacadas en el libro "Arquitectura Mudéjar Granadina" de los Profesores Ignacio Henares Cuéllar y Rafael López Guzmán, en donde se reproduce una fotografía de la Armadura de la Estancia Principal  y se refiere a elementos arquitectónicos de interés del palacio, lo que demuestra el interés despertado por el edificio entre los expertos e historiadores, como exponente de la arquitectura civil de la época.



El ladrón del agua


Actualmente se trata de un Hotel y arrebata su nombre de un poema de Juan Ramón Jiménez 
-Olvidos de Granada- y bebe la esencia que el nobel aspiró con todas sus fuerzas en su viaje a Granada, donde contó con Falla y Lorca como anfitriones. Los jardines del Generalife, el paseo de los Tristes, la Alhambra, son algunos de los testigos mudos del paso de viajeros por el hotelito, allí justo donde el río Darro dibuja su parábola a su paso por Plaza Nueva, para regar la historia y mantenerla siempre a flote.
La magia descubierta por el poeta cimienta el hospedaje en un edificio del siglo XVI creado sobre los restos de una casa morisca, entorno a un patio y homenajea las claves andalusíes desde el zaguán -previsto para recepción, sala de estar y cafetería-, el aljibe nazarí -actual comedor-, el salón biblioteca y el patio columnado, en cuyo estanque de piedra se esconde el Ladrón de Agua, eterna fuente arrulladora.

Y, por supuesto, las habitaciones se empapan de sus vistas a la Alhambra y no pueden más que ser piezas evocadoras del recogimiento árabe: paredes encaladas, alfombras orientales, mucha madera y artesonado. Melisendra, La luna asoma, Corazón nuevo, La jitana prendida del sol,... Parte del sugerente muestrario de estancias distribuidas a lo largo de las dos plantas y el torreón, reservado para una mirada aún más panorámica.

«Convencido cada noche por la antigua medialuna granadí de que es un ladrón, el ladrón de agua retumba, cae, zumba, se yergue, se tumba…» Palabras de Juan Ramón, prendado del hechizo que aún perdura fuera y dentro de estos muros.

miércoles, 6 de junio de 2012

Casa Morisca, calle Pardo Nº 3


Frente Occidental del Patio Interio
Casa morisca rehabilitada en 1998, cuya estructura muestra el resultado de diversas intervenciones llevadas a cabo en ella a lo largo del tiempo.

La edificación tiene gran importancia por estar enclavada en el primitivo recinto del arrabal del Albaicín, zona que fue posteriormente ensanchándose hasta alcanzar la puerta de Ilbira en la medina y la puerta de Al-Sumays en el barrio de Aj-Saris.

La construcción de la casa fue realizada durante el siglo XV. Esta zona fue durante la época nazarí, el barrio más populoso, rico y laborioso de la ciudad, iniciándose su decadencia a partir de la toma de Granada en que sus vecinos más potentados abandonaron la ciudad.

Taca del Patio Interior

El inmueble está construido mediante muros de carga de fábrica mixta de ladrillo. Los forjados son de madera y presentan una cubierta artesonada al igual que en la galería y el mirador. En la cubierta de la planta baja y la primera se conserva el forjado de vigas de madera talladas y policromadas, los pies derechos, balaustradas, zapatas y canecillos tallados.

Posteriormente se realizaron dos añadidos anexos a la vivienda morisca, situados en la misma parcela y que ocupan la parte norte y este de la misma, datándose los cimientos del módulo este en época moderna, mientras que los del módulo norte son de época contemporánea.





La edificación morisca cuenta con dos alturas y una galería hacia el patio interior. Originariamente tenía su acceso por el adarve de la calle Verónica, recuperándose en la intervención efectuada en 2007 la entrada a la vivienda donde estaba ubicado el antiguo zaguán con acceso desde la calle Verónica, momento también en el que en sus muros en alzado a dicha calle se procede a cegar los huecos en la planta baja y se refuerzan los dinteles en los huecos existentes de la fábrica original. Este módulo tiene un cenador adosado por su parte interior, que fue añadido durante la época morisca y que es restaurado mediante el empleo de columnas de mármol y arquería.
Planta después de la Rehabilitación


Dentro de la parcela, la construcción que se corresponde con el núcleo de origen morisco se encuentra ubicada en el lado oeste del patio y de espaldas a la calle Verónica.



Al siglo XV correspondería el patio, el aljibe para abastecimiento de la casa y la crujía del patio con el pórtico, de espaldas a la calle Verónica, que tenía una torre que despareció, realizándose nuevamente en el encuentro entre la crujía oeste y norte, cubriéndose en la última actuación efectuada mediante armadura de madera y refuerzos de acero, continuando con el mismo sistema de cubrición morisca.

Casa Yanguas


Patio

Esta pequeña vivienda conserva el encanto de la arquitectura doméstica construida por los moriscos granadinos durante el siglo XVI. 

Se desarrolla en torno a un patio con crujías en tres lados pero con pórtico y galería solamente en el lado septentrional ante las salas principales.  Aunque sometida ahora a un proceso de rehabilitación y restauración para ser convertida en un futuro en un posible y pequeño hotel.


Planta y Sección

















La Casa Yanguas son, en realidad, dos casas: el inmueble propiamente dicho y la casa colindante ubicada en la calle Buenaventura.
La entrada primitiva se hacía por la calle Yanguas, a través de un reducido jardín, aunque en la actualidad se accede desde la Cuesta del Chapiz por una parcela agregada recientemente.




Sección
En sus elementos de carpintería se puede observar la mezcla de rasgos ornamentales nazaríes, góticos y renacentistas que caracteriza al conjunto de la arquitectura morisca. La sala principal de piso superior conserva todos los elementos característicos de las salas polivalentes nazaríes: almatraya o cuadro de azulejos situado en el pavimento junto a la puerta, alacenas en los muros a ambos lados del arco de acceso y alhanías o alcobas con techo plano en los extremos de la sala. La zona central se cubre con una armadura de cuatro vertientes con tres pares de tirantes decorada con pinturas. La casa está dotada de una pequeña alberca situada en el centro del patio y de un aljibe con hermosa portada.


Detalle Pozo del Aljibe


Casa Morisca, calle zafra


La casa fue levantada en el arrabal de Axares (Rabad al-Ajsaris) y estuvo rodeada de otras de similares proporciones, en el siglo XVI pasó a ocupar el ángulo noroeste de la manzana delimitada entre las calles Portería de la Concepción, Carrera del Darro, Zafra y Concepción de Zafra, la cual estuvo íntegramente ocupada por el convento de dominicas de Santa Catalina de Siena, conocido popularmente como convento de Zafra, por haber sido dotado en 1507 por don Hernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos. Fundado en 1521 por su viuda, doña Leonor de Torres, este convento fue erigido sobre tres casas, adquiridas por Zafra por donación de doña Isabel la Católica, en compensación por haberle tomado ésta el palacio de Daralhorra para erigir el convento de Santa Isabel la Real en 1501. Aquellas casas debieron constituir residencias o mansiones principales de época musulmana, llegando hasta nuestros días tan solo la que nos ocupa, casi inalterada en su estructura. Las otras dos serían demolidas en las obras de la iglesia y el convento, concluidas hacia el año 1540, conservándose en el interior del mismo algunos elementos nazaríes reaprovechados.


Fue dada a conocer, a finales del siglo XIX, por Almagro Cárdenas (1886) y Gómez-Moreno (1892), si bien no fue del todo conocida hasta años más tarde, cuando en 1931 el conjunto conventual del que formaba parte fue declarado monumento histórico-artístico. Fue entonces y al conocer su estado precario de conservación, cuando en 1946, siendo alcalde Gallego Burín, fue adquirida por el Ayuntamiento de la ciudad, iniciándose los primeros trabajos de restauración para segregarla físicamente del cenobio    y asegurar su conservación.
Planta Previa



Fachada Previa



                                       
















Durante las décadas de 1950 y 1960 se realizaron varias fases de consolidación y reforma, a cargo de Francisco Prieto Moreno. En época más reciente, en 1982, intervino en ella el arquitecto José Antonio Llopis Solbes; y, entre 1989 y 1991, los arquitectos Antonio Almagro y Antonio Orihuela.





Planta Actual
La casa ocupa actualmente una parcela de planta trapezoidal, de unos 383 metros cuadrados, con un patio rectangular de 7,50 × 10 metros, doble pórtico y salas principales en los lados menores, en un ángulo de la manzana.
El patio actual, como se ha dicho, es rectangular y en su centro se ubica una alberca alargada, ligeramente desplazada hacia el pórtico norte, bajo cuyo arco central hay una fuente circular de mármol blanco, y cuyos andenes perimetrales están pavimentados en ladrillo.






La recuperación de la puerta primitiva, indicada su posición mas adelante, de la casa ha conllevado la restitución del sistema de acceso original, mediante un zaguán, un patinillo de luces y un corredor de paso al patio principal, componiendo, así, la característica entrada islámica en recodo que preserva la intimidad de la vida domestica en el interior.






Fachada tras la restauración
La puerta original de la casa se halla en el ángulo noroeste de la manzana citada, casi en la esquina, conformada mediante un arco apuntado de ladrillo. A escasos metros de ella se conserva cegada otra puerta más moderna, morisca, del siglo XVI, adintelada, con jambas de ladrillo y dintel de madera. Ambas han sido recuperadas en la última restauración del inmueble, en la que, asimismo, se han eliminado huecos de la fachada dejando sólo uno, de forma que en esta parte de la casa se ha preservado el predominio del macizo sobre el hueco, que responde a la actitud islámica respecto a la vivienda, dominada por la valoración de la intimidad, la segregación social y la reclusión doméstica de la mujer.


En la fachada lateral de la calle Concepción de Zafra, sí se han conservado ventanas de construcción reciente y se ha realizado un nuevo vano de entrada para dar acceso, al mismo tiempo, a la vivienda del conserje y al resto del inmueble, funcionando hoy como entrada auxiliar.






Toda la planta alta, se construyó en el siglo XV, por la compactación del tejido urbano granadino. Quizás esta modificación supuso el paso de una unidad residencial a una vivienda múltiple, en la que cada uno de los dos salones principales serviría como núcleo para un matrimonio de la misma familia, con las funciones principales de la vida cotidiana, reservando los lados mayores para estancias auxiliares. 






FOTOS


Pórtico Norte. 1886
Pórtico Norte Actual




Pórtico Sur. Actual
Pórtico Sur. 1928

Casa Morisca, cuesta de la Victoria ( Hotel)

Al fondo del paseo de los Tristes, a los pies de la majestuosa Alhambra, donde el río Darro y la cuesta del Chapiz zanjan el descenso al Albayzín, se encuentra esta casa de finales del siglo XV. Rehabilitada con paciencia infinita por el arquitecto Carlos Sánchez y su esposa María Jesús, la simplicidad de su fachada contrasta con sus interiores, una joya morisca repleta de arcos de yeso, paños de azulejos moriscos originales y techos de madera policromada engalanados con caligrafía árabe.
El edificio con tres alturas y patio con alberquilla morisca, tiene crujías en tres de sus lados y galerías en los cuatro, sobre pilastras y columnas. La crujía más antigua conserva: arcos de yeso, paños de azulejos moriscos, alfarjes y una armadura policromada con decoración epigráfica en su arrocabe. Las crujías de fachada y escalera fueron renovadas en el siglo XVII. El sótano abovedado de fábrica de ladrillo se ha recuperado como comedor.


En la sala baja apareció una “almatraya” morisca muy dañada, pero al desmontarla se encontraron estos restos de azulejos más antiguos, que se han recuperado, integrando los restos originales en los  reproducidos.








El edificio había perdido el torreón a finales del s.XIX, modificandose la composición de huecos. Se reconstruye el torreón y se limpia la fachada, descubriendo las jambas primitivas de la puerta.
Se habían cegado las galerías incorporandolas a las viviendas, como corredores, baños o cocinas.



Patio este
Se han liberado las galerías, recuperando las balaustradas, los pies derechos y las zapatas. Al suprimir los cerramientos se ha podido eliminar la columna con suplementos que se había colocado en las obras de transformación de finales del s.XIX.


Patio oeste
La crujía oeste había sufrido una importante transformación cerrando la galería alta y convirtiendo su cubierta de teja en terraza, se observan restos del alero y el arco de la sala alta. A la fachada de la sala baja se la había añadido un zócalo de azulejos y completado las yeserías.
Se ha abierto la galería alta recuperando su aspecto primitivo, con cubierta de teja árabe y alero. Se ha  eliminado el zócalo y las yeserías añadidas a la portada principal. Se ha reconstruido la alberca que apareció en las excavaciones arqueológicas y que conserva parte de su pavimento original.

Patio Oeste Actual
Patio Oeste 

martes, 5 de junio de 2012

Casa Horno del Oro

Está situada dentro del recinto del barrio residencial denominado en época musulmana Ajšariš, que pasó al castellano como Axares y actualmente se conoce por el nombre de la parroquia a que pertenece, San Pedro. En la calle Horno del Oro, actualmente es un Hotel.




                                                                               

Plantas Actuales


La casa ocupa una parcela de 221 m2, con una fachada a la calle y tres medianerías . Se desarrolla en torno a un patio rectangular, orientado en la dirección norte-sur en cuyo centro hay una alberca. 


Tiene pórticos de tres arcos, sobre columnas, precediendo a las salas en los lados menores, y otros adintelados sobre pilares en los otros dos, aunque el oriental ha sido cerrado recientemente. La planta alta repite el mismo esquema de la baja, con galería perimetral, de madera excepto en el lado oeste donde está constituida por seis arcos de ladrillo. Sus características tipológicas y los elementos nazaríes tales como columnas y canecillos del alero parecen indicar que se trata de una casa nazarí del siglo XV a la que se añadió la planta alta en el período morisco.



Fachada
La fachada, de muro ciego, preserva, conforme a la tradición musulmana, la intimidad del espacio interior. Originariamente no debió abrir más hueco que el del su pequeña y adintelada puerta de acceso, situada en el extremo meridional de la fachada. Posteriormente, con la construcción del piso superior en el siglo XVI, se abrieron dos pequeñas ventanas, dispuestas encima de una segunda puerta de ingreso al edificio, también abierta en este período, justo en el centro de la fachada.



Detalle Puerta Morisca
Esta puerta morisca consiste en un arco ligeramente apuntado, formado por dovelas de ladrillo sostenidas por impostas de piedra, trasdosadas con una cinta que se continúa por un alfiz, en cuyo desarrollo se forma una decoración de lazos.
La decisión de abrir esta nueva puerta se debió sin duda a la incomodidad del acceso primitivo, ya que para salvar el desnivel existente entre la puerta originaria –abierta en la cota más baja de la fachada en pendiente– y el patio de la casa debió emplazarse unos peldaños en el zaguán, dispuesto en recodo. La puerta nazarí fue transformada entonces en una ventana hasta que ha sido recuperada nuevamente durante las obras de restauración llevadas a cabo en el edificio durante la década de los setenta.

Por último, las dos ventanas enrejadas abiertas en la zona superior de la alta planta baja, y situadas en los extremos de la fachada, pertenecen a una intervención de finales del siglo XIX o comienzos del XX, momento en que la conversión del edificio en casa de vecinos supuso la construcción de una entreplanta.


Postal Antigua, Patio casa Horno de Oro
Patio Central Actual







Imágenes del interior. Patio
















                                             

Casa del Chapiz

Su nombre proviene de sus propietarios, los moriscos Hernan López el Feri y Lorenzo el Chapiz. se compone de 2 casas moriscas que datan del siglo XV al siglo XVI, la segunda, más grande, al parecer se construyo sobre los restos de un palacio nazarí.

Las casas les fueron expropiadas en 1571, por su participación en el levantamiento de los moriscos y en virtud de la Carta de Incorporación de Felipe II, por lo que pasaron a formar parte de la corona castellana. Posteriormente, el Rey las cedió a uno de sus secretarios, Juan Vázquez de Salazar, quien las incorporó al Patronato de Salazar y las fue arrenando a diversas personas es instituciones. Las viviendas se fueron convirtiendo en casas vecinales, en dónde sus inquilinos fueron instalando negocios particulares y pequeñas industrias, contribuyendo así al deterioro de los edificios, quedando, a principios del siglo XX, en un estado de auténtica ruina. En 1919 se consiguió que el edificio fuera declarado Monumento Arquitectónico, y en 1929, la propiedad pasó a manos del Estado. Posteriormente, el arquitecto y restaurador Leopoldo Torres Balbás lleva a cabo la restauración del edificio. En la actualidad la casa del Chapiz alberga a la Escuela de Estudios Árabes, desde el año 1932 que funciona como instituto de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).


La casa de Lorenzo el Chapiz se organiza en torno a un patio central rectangular de 19,3 x 13,5 m, cuyo lado mayor coincide sensiblemente con la dirección Norte-Sur. En el centro del patio se conserva la alberca original de 13,5 x 2,5 m que en época nazarí estaba rodeada de galerías en los cuatro lados.



En el siglo XVI, se edificaron las galerías del primer piso, de las cuales está desprovisto el lado sur para preservar las apreciadas vistas sobre la Alhambra y el Generalife. Su pieza principal comunica con la casa de Hernán López el Ferí, aunque en el siglo XVI la comunicación sólo era posible a través de la planta baja. En la galería norte de la casa hay un zaguán, espacio común a las dos viviendas. Este posee una arcada por la que se accede a la casa de Hernán López el Ferí y que comunica con el patio rectangular provisto de alberca. Solamente el ala norte posee un pórtico. El piso superior tiene, en sus cuatro lados, galerías que dan acceso a las habitaciones. En ellas descubrimos influencias góticas (zapatas lobuladas y balaustres rectos de sección estrellada), pero también influencias nazaríes (muqarnas, o mocárabes, en los pies derechos) y renacentistas (jarrones tallados en las zapatas y en los capiteles de las columnas de mármol). Todas estas aportaciones se fusionan en el estilo mudéjar granadino.
Como vemos en su arquitectura y decoración presenta elementos tanto cristianos como  musulmanes. Se ha documentado la reutilización de arcos y  columnas de antiguas  construcciones, por lo que se cree que en su origen formaba parte del palacio islámico  Dar al-Bayda, ‘La Casa Blanca’.



Patio Actual
Patio antes de su Rehabilitación